Era más que original, chulísima, divertida y te chiflaría tenerla en el salón de tu casa como elemento decorativo. Además, está detrás del origen de muchos de los símbolos que pueblan los rodillos de las máquinas de Slots actuales. ¿Te la vas a perder?

Vale, nos remontamos a finales del siglo XIX: locomotoras a tope, segunda revolución industrial e indios y vaqueros tienen las suyas en una alocada expansión de los EE.UU hacia el oeste. Póngame un western, por favor.

En ese contexto, en 1890, nace en Chicago una Slot basada en cartas de póker. Imagínate una máquina de 5 rodillos con hasta 50 cartas de póker. ¿Sí? Pues la idea era pagar un níquel por tirada, darle a una manivela y esperar a dar con una combinación ganadora. Lo más curioso es que los premios de la época no los daba la propia máquina. Los premios eran no monetarios y se canjeaban por puros, bebidas o demás opciones disponibles según el local.

Años más tarde, el inventor Charles Augustus Fey (1862-1944) dio con la combinación perfecta para crear la que es considerada la primera máquina de Slots. Redujo el número de rodillos a tres, de manera que ganó espacio para colocar un mecanismo que permitía obtener una moneda de premio en caso de combinación ganadora.

Y así nació la Liberty Belle, la primera máquina de Slots. Asimismo, para darle mayor atractivo, el inventor la dotó de símbolos de premio más vistosos: diamantes, ases, corazones, herraduras y una campana. Tres campanas alineadas eran el premio máximo.

Fey instauró su negocio en la bahía de San Francisco y acordó una comisión con los dueños de los locales en los que instalaba una de sus máquinas. El inventor no patentó la Liberty Belle, con lo que muchos competidores replicaron su idea. A partir de ahí, el boom de las máquinas de Slots hasta el día de hoy: símbolo de Bar, máquinas electromecánicas, video Slots o… ¡Botemanía!

Por cierto, si te has quedado con ganas de conocer cómo eran las primeras máquinas de Slots de la época, échale un vistazo a este vídeo.